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Todos los veterinarios unidos contra la apertura de nuevas facultades en España, que supondrá un enorme daño para la profesión y un incremento de la precariedad laboral

El Presidente del COVM destacó que los veterinarios hemos conseguido un nivel de excelencia en muchas áreas, aparte de la clínica de animales de compañía, como son la seguridad alimentaria, la salud pública, el control de zoonosis, producciones ganaderas.. y este incremento del número de facultades, que actualmente ya es excesivo, provocaría un daño enorme a la profesión

Jueves, 18 de diciembre de 2014

Convocada los Decanos de Veterinaria y con el apoyo de la Organización Colegial de Veterinaria Española, ayer tuvo lugar  una movilización masiva de la profesión en todas las facultades españolas simultáneamente, bajo el lema “Por una veterinaria digna”, para denunciar que la aparición de nuevas facultades  “sobredimensionará la oferta de estos estudios, bajará el nivel de calidad docente, saturará el mercado laboral y disparará el déficit económico de las universidades”.

En concreto, los proyectos de ampliación previstos son: una facultad pública en la Universidad de Lleida para el curso 2015-2016; otra también pública en la Universidad de Valencia para el curso 2016-2017, una tercera pública de próxima apertura en la Universidad del País Vasco, y dos centros privados en Alicante y Madrid.

El COVM, representado por su Presidente Felipe Vilas, miembros de la Junta de Gobierno, colaboradores y colegiados, ha participado en la concentración que ha tenido lugar en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid a la que se han sumado numerosos profesores, estudiantes y veterinarios de diferentes ámbitos.

Vilas expresó su preocupación por que, en un país en crisis, se proyecte la creación de facultades que son “absolutamente innecesarias” y que supondrían una enorme inversión y un incremento del déficit público, y señaló que, desde el Gobierno central, deberían plantearse por qué apoyan estos proyectos y criticó que se utilice dinero público en algo que no es necesario y animó a todos los veterinarios a manifestarse contra ello.


Felipe Vilas en un momento de su intervención. Detrás, de izquierda a derecha, José Carrillo (Rector UCM), Pedro Lorenzo (Decano Facultad UCM), Joaquín Goyache y Andrés Arias (Vicerrectores UCM)

El Presidente del COVM destacó que la veterinaria es una profesión que ha conseguido un nivel de excelencia en muchas áreas, aparte de la clínica de animales de compañía, como son la seguridad alimentaria, la salud pública, el control de zoonosis, producciones ganaderas, etc.  y este incremento del número de facultades, que actualmente ya es excesivo (la recomendación europea es de 4 a 7 centro para nuestros país y hay 12), provocaría un daño enorme a la profesión y contribuiría a aumentar la precariedad laboral ya existente entre los veterinarios (cada año se gradúan en nuestro país unos 1.200 estudiantes de Veterinaria, mientras se generan, aproximadamente, unos 600 puestos de trabajo anuales), especialmente en el ámbito de la clínica de animales de compañía y defraudaría las expectativas e ilusión estudiantes y próximos licenciados, cuyo futuro laboral se vería muy limitado.

El Rector dela UCM José Carrillo también estuvo presente junto a los Vicerrectores Joaquín Goyache y Andrés Arias y la Decana de la Facultad de Estudios Estadísticos de la UCM, Carmen Nieto, apoyando esta movilización, que se ha celebrado simultáneamente en todas las facultades españolas. Carrillo puso de manifiesto la incongruencia de crear nuevos centros de estudios universitarios mientras se impone el recorte económico en los existentes.

Los alumnos también se han unido a esta protesta: “No queremos más facultades sino que se vele por la calidad y la coherencia de nuestra enseñanza”,  ha dicho su representante.

El Decano de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, Pedro Lorenzo, ha hecho un llamamiento a las autoridades académicas estatales y autonómicas para que frenen los proyectos que están en marcha y ha calificado la situación como “un sin sentido, inaceptable, inapropiada e inconsistente económicamente y que no garantiza los niveles de excelencia que tienen facultades como la de la UCM”, concluyó.